

En el ’77
al “jardín” con mis hermanos.
El ’78 me encontró
mirando el mundial en una tele
todo a colores.
Pasaron los años,
pasó “Malvinas”
con los simulacros
en el patio escolar.
¡Qué pasa en el mundo
que estamos cada día más locos!
Estaba por terminar
primero en la secundaria
cuando Edgardo me hizo emocionar
al verlo portar la bandera
blanca y celeste.
Crecí con la represión.
Después, “obediencia debida”.
No alcanzó con el “punto final”
que les dieron a todos el indulto.
¡Maldita idea!
Y con la recesión llegó
el caos a la Argentina.
Tanta tristeza no puedo soportar.
No quiero un país sin esperanza.
¡No a mi Patria!
Vinieron mis sobrinos,
uno a uno se fueron turnando.
¡Qué suerte! Los puedo ver crecer.
No se tuvieron que ir a otro país a
buscar futuro.
Juan Ignacio, Maia,
Santiago y... alguien más.
Ya pronto sabremos quien está por llegar.
No importa si es niña o varón
igual lo queremos.
Espero seguir viviendo
en mi querida Argentina,
que pronto pase este dolor
y nuestro país salga a flote
junto a la gente.